Una investigación que publicó Marily Oppezzo, un
estudiante de doctorado en psicología educativa, junto a Daniel Schwartz,
profesor en la Escuela de Posgrado en Educación de Stanford llega a la conclusión
de que el pensamiento creativo se mejora mientras se pasea.
Pero es el acto de caminar en si y no el ambiente el
principal factor. Ellos realizaron 4 experimentos con 176 estudiantes de su
Universidad y usaron la prueba de pensamiento divergente para evaluar sus
respuestas. El método de pensamiento divergente se utiliza para generar ideas
creativas mediante la exploración de muchas soluciones posibles.
Hasta el día de hoy este es el primer experimento
que examina el efecto de caminar en la creación de nuevas ideas en comparación
con permanecer sentado.
Si bien el estudio demostró que caminar beneficia la generación
creativa de ideas (elemento divergente), este no tuvo efecto sobre el
pensamiento de concentración (elemento convergente) que se necesita para
responder respuestas correctas individuales.
Estos resultados no infieren que sea necesario
trabajar caminando pero si alquien necesita una perspectiva nueva o una nueva
idea si se beneficiaran mucho de esto.
Los investigadores mencionaron que no cuentan con una
explicación del por qué caminar puede traer estos beneficios en la creatividad.
No está claro si otras formas de actividad física de baja intensidad, o una
tarea familiar cómoda como tejer, tendrían el mismo efecto sobre el cerebro.
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